sábado, 17 de noviembre de 2012

COMO TANTAS OTRAS VECES.


Como tantas otras veces acaricio la silueta de su larga melena y dejo caer una lágrima que vuelve a llenar el tarro de las pompas de jabón ahora en manos de mi hija. Me mira de reojo como tantas otras veces.
Como tantas otras veces en lo que va de mes nada pregunta, le dan miedo las respuestas aunque no es consciente de ello.
Como tantas otras veces me llama, mientras guardo mi cartera me agacho y recibo un beso en la mejilla acompañado de un "no te pongas triste papá", que me corta la llantina pero me quiebra la garganta.
- ¡Mira que grande papá!
Como tantas otras veces en lo que va de mes, recibo de mi hija de diez años lo que ella ya nunca más podrá recibir de su madre, pero sí de su padre, he de sobreponerme más pronto que tarde, ¡tengo que ser fuerte!
Cuando la pompa se rompe, la esperanza estalla en mil salpicaduras de jabón; y al igual que el yonki busca su dosis, Marcos ya palpa el bolsillo trasero de su pantalón vaquero.


- Papá, ¿sabías que dentro de las pompas de jabón hay otros mundos?


No hay comentarios:

Publicar un comentario